Amada familia, en nuestros hogares es donde se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir gracias como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos y a querer al prójimo como a nosotros mismos, comenzando por nuestros padres, hermanos y los que se van agregando.
Los pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea. Solamente practicándolos lograremos convertirnos en adalides del afecto y aprecio a los demás.
No temamos a los que matan el cuerpo, pues al alma no la pueden matar... a menos que se lo permitamos.
Oración:
Padre Bueno y Misericordioso, gracias por darme y cuidar, con tanto esmero, mi vida. Hoy me acerco humildemente a TI en esta oración, porque sé que te he fallado al desviarme del camino de la gracia que me puede llevar a la santidad. Amén.
El Espíritu en mí es mi refugio. Estoy divinamente protegido y todo esta bien..."Confíen siempre en Dios!, Vacíen delante de Él su corazón, Dios es Nuestro Refugio!"- Salmo 62:8. Feliz día.
Dios Padre Todopoderoso, bendícenos, ampáranos y favorecenos, infinitamente,hoy y siempre