Querida familia, hoy los invito a agradecerle al SEÑOR... por la noche de ayer que nos ha permitido dormir y amanecer, despiertos a la vida, acompañados de los ángeles que velaron nuestros sueños...por la cobija que calentó nuestro cuerpo, por el alimento que recibimos y por un día más de trabajo, disfrute y vida al que nos ha permitido amanecer.
Los hijos son un regalo que la vida nos da. Disfrutemoslos al máximo, recordando que: la mejor herencia que les podemos dejar es el recuerdo de unos padres felices. ¡Convirtámonos en sus mejores amigos!
Confiemos a Dios, todos nuestros problemas, sabiendo que serán resueltos, en amor y justicia… a su debido tiempo; sabiendo que su tiempo es distinto al nuestro… tengamos paciencia.
Oración:
Señor, tú me haces descansar, me das paz y apacientas mi alma. Permite que no me preocupe, para que las presiones del día, no tomen control de mí vida. Quiero descansar en ti porque eres mi Buen Pastor y me amas. Amén.
Tenemos la capacidad para vencer cualquier situación difícil. El consuelo divino nos envuelve como el cálido sol de la primavera, luego de un largo y frío invierno. Respiremos profundamente y sintamos que nuestros corazones se sosiegan. El amor constante de Dios nos alienta, levantándonos a un nuevo día de luz y vida. Feliz día.
Dios nos bendiga, ampare y favorezca, infinitamente, por siempre.