WILLEMSTAD - Nuevamente la Guardia Costera logró interceptar una lancha clandestina proveniente de Venezuela. A bordo se encontraban alrededor de 26 personas que intentaban ingresar ilegalmente a Curazao.
La pequeña embarcación se encontraba en tan mal estado, que los efectivos de la Guardia Costera prefirieron transportarlos en sus propias unidades a tierra firme. Estas personas, además de arriesgar sus propias vidas, también representan un riesgo para la salúd pública, considerando la actual pandemia de Covid-19.
Este viernes, se espera que varios indocumentados retenidos en el "barak di ilegal" sean devueltos a su país en un vuelo especial. En cuanto a este nuevo grupo, es posible que tengan que esperar un tiempo considerable tras las rejas antes de ser finalmente deportados.
Las autoridades de Curazao desaconsejan viajar a la isla en estas condiciones. Además del alto riesgo que estos viajes suponen, las probabilidades de ser capturado son cada vez más altas, debido al incremento de la vigilancia fronteriza con la cooperación de la Armada Neerlandesa.