Amada familia, hay quienes nacen grandes, otros hacen cosas grandes y hay quienes se ven aplastados por ellas.
Ante nuestras angustias y situaciones difíciles, volvamos la mirada a nuestro Padre Celestial, pidiéndole su ayuda: EL, nunca nos abandona.
Con una palabra solidaria, al amigo, al vecino o a la familia, se cura el alma y se fortalece el corazón. Con toda seguridad, Dios premia eso!
Oracion:
Padre nuestro que estás en los cielos y en nuestros corazones, dame FE, fuerza y voluntad, para aferrarme a tu palabra, llevarla a la práctica, vivir acorde con ella y ayudar a expandir tu reino aquí en La Tierra y asi, alcanzar la santidad, que me permita gozar eternamente de tu presencia, en el Paraíso Celestial, al finalizar mi andar por este mundo. Amén.
Que nuestra ejemplo sea digno de admiración y seguimiento, que ayude a muchas personas a conocer a Dios y entregarse a su santa voluntad. Feliz día.
Padre misericordioso, bendícenos, ampáranos y favorécenos, hoy y siempre.