Querida familia, hay que ver el daño que nos hacemos nosotros mismos. Como el dinero y muchas veces, hasta simples mendrugos, son más importantes que la dignidad, la verdad y hasta Dios! Preservemos nuestros valores. Mantengámonos firmes en nuestra íntegridad.
Venzamos el odio con la dulzura. Derrotemos la maldad con la bondad. Conquistemos al avaro con un regalo y a un mentiroso con la verdad.
Seamos francos y entendamos que si quienes nos gobiernan fallan, en gran parte es nuestra responsabilidad, por qué fuimos quienes los elegimos y a pesar de dirigirnos mal, los mantenemos allí. Hagamos lo que sea necesario para controlarlos o sacarlos, si es necesario.
Oración:
Oh Espíritu Santo, ven y renueva mi corazón. Que nunca apague la vida de los demás y encubra mi maldad con falsas poses o mentiras. Que me esfuerce en el amor y el servicio desinteresado, sobre todo con quienes pasan mayores necesidades. Que nada me impida vivir y servir con verdad, libertad y generosidad. Amén.
Elijamos ofrecer energía positiva al mundo. El amanecer de cada día nos presenta nuevas posibilidades. Tomemos decisiones positivas que ayuden nuestras vidas y la de los demás. Poder elegir es un don divino. Somos libres para escoger nuestras palabras y acciones. Esforcémonos por tomar decisiones sabias que fomenten el equilibrio en nuestras vidas. Juntos, Dios y nosotros, tomamos medidas que profundizan nuestra paz interna, fortifican nuestros cuerpos y nos permiten expresar plenamente nuestra fe. Feliz día.
Dios nos ampare, bendiga y favorezca infinitamente, ahora y siempre.