Querida familia, mientras estemos vivos, siempre habrá un mañana, que nos da la Providencia Divina, para que la vida nos permite otra oportunidad de hacer las cosas bien. Aun así, es probable que me equivoque otra vez y este sea el último segundo que me queda; permítanme decirles que los quiero profundamente y nunca los olvidaré.
El carácter no se desarrolla en la serenidad y la tranquilidad. Solo a través de experiencias, sufrimientos, bordes de precipicios o encrucijadas, podemos fortalecer el alma, aclarar nuestra visión, obtener inspiración para nuestros más profundos deseos y alcanzar el éxito.
A Dios le agrada que se le hagan ofrendas, pero más le agrada que se haga justicia. (Proverbios 21:3)
Oración:
Señor, permite que mi FE en Ti, en la vida y en las personas, me permita, cada día, buscar para todos más alegría, dignidad, justicia y mayores niveles de esperanza, ante las circunstancias de la vida. Sobre todo ahora, en momentos tan difíciles como los que vivimos en nuestra patria. Que no sea cobarde, mi Dios. Amén.
Disfrutemos de paz y alegría. Al igual que el sol, que surge en el horizonte, existe un amanecer en nuestras mentes y corazones. Que la luz del Espíritu, resplandezca en cada uno de nosotros, irradiando calidez, compasión y felicidad al mundo. “Así que EL volverá a hacerte reír, y en tus labios pondrá una radiante sonrisa”. -Job 8:21-. Feliz día.
Que nuestro amado buen Dios nos bendiga, ampare, favorezca y acompañe siempre, en nuestro peregrinar por esta vida.
