WILLEMSTAD - La niña de dos años que llegó en una lancha junto a otros trece venezolanos esta semana debe ser reunida con su madre. Así lo exige Human Rights Defense Curaçao.
La niña fue separada de su madre cuando el bote en el que viajaban fue interceptado por la Guardia Costera el pasado miércoles. Al llegar a tierra, los adultos fueron entregados a la policía y ahora están bajo custodia.
Desde entonces, la niña se encuentra con su abuelo, quien está en Curazao desde 2020 en calidad de refugiado. Human Rights Defense invocó el artículo 9 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que prohíbe la separación de padres e hijos.
En base a esto, Human Rights Defense cree que la niña debe ser reunida con su madre lo antes posible.
(Fuente: Dick Drayer)