LA HAYA - Según un informe entregado al gobierno de los Países Bajos, Curazao, Aruba y Sint Maarten han checho poco contra la explotación de las trabajadoras sexuales extranjeras. Algunas fuentes indican que en 2019 el Consejo de Ministros del Reino suspendió la autoridad de los países insulares para otorgar visas a las trabajadoras sexuales, información que no se conocía hasta hace poco.
Justamente, por medio de un visado especial es que el gobierno de Curazao permitía la entrada de trabajadoras sexuales procedentes de Colombia y República Dominicana para prestar sus servicios en Campo Alegre.
El informe es el resultado de una investigación sobre la concesión de visas en las partes caribeñas del Reino. En el documento se muestra que los países caribeños fueron llamados a tomar medidas desde 2016, sin embargo no se cumplió lo suficiente. Las trabajadoras sexuales extranjeras conforman un grupo vulnerable y suelen ser víctimas de tráfico de personas y/o esclavitud moderna.
Mientras tanto, los países parecen estar más activos ahora contra las prácticas de explotación en la industria del sexo local.
