Querida familia, tengamos paciencia, los cambios no siempre ocurren de inmediato; muchas veces toman tiempo. ¡Dejemos que el universo nos ayude!
El egoísmo, la desidia y la indiferencia ante el dolor ajeno nos enfría el alma y ciega nuestras miradas.
Seamos siempre coherentes, con lo que pensamos, decimos y hacemos. Es la mejor manera de ser uno mismo y apreciados, también, por los que nos rodean... aun cuando a veces no estén de acuerdo con nuestro proceder.
Oración:
Señor, en tus manos coloco todas mis necesidades, gracias por tu misericordia, gracias porque me envuelves en tu amor y le encuentro sentido a mi vida; gracias por enseñarme a orar, gracias por aumentar mi fe en Ti, que eres la fuerza de mi alma y de mi vida; gracias por la esperanza de poder salir adelante al enfrentar dificultades. Gracias Señor, gracias, gracias y mil veces gracias! Amén.
Nuestra unión con Dios, aumenta el amor por los demás... Dios es la fuente de toda vida y su vínculo nos une a todos los humanos. Como el hilo en un tapiz hermoso, podemos apreciar nuestra unidad. El amor surge de cada quien gracias a la comprensión de que somos uno. Si las emociones de los demás parecen tan abrumadoras que nuestra paz mental comienza a afectarse, encontremos fortaleza en la oración.
Apoyemos y cuidemos toda manifestación de vida, al visualizar salud perfecta, en cada ser humano. Hagámoslo sabiendo que estamos unidos infinitamente, con todos los seres vivientes, por medio de esta unidad con Dios... "Oren unos por otros, para que sean sanados. - Santiago 5:16"
Feliz día.
Dios nos bendiga, ampare y favorezca, infinitamente, a todos, ahora y siempre.








