Querida familia, el secreto de una vida saludable, feliz y exitosa es: educar nuestra mente para que solo produzca cosas agradables. Esto se logra, afincandose en lo bueno que la vida nos ofrece, nos ha dado o atesoramos como gratos recuerdos, que nos impulsen vivir con entusiasmo.
Evitemos cualquier actitud de orgullo, arrogancia o altanería. Entendamos que no todo pobre es bueno, ni todo rico malo y que lo verdaderamente cruel es un pobre que explota al pobre.
Tengamos cuidado con lo que pensamos, se convertirá en palabras, las palabras en acciones, muchas veces erróneas, agresivas u ofensivas que, con el tiempo se harán hábitos y forjarán nuestro destino.
Oración:
Padre, te pedimos que valoremos nuestras vidas. Su tiempo es muy corto y en él, tenemos que decidir nuestras acciones, para alcanzar la eternidad. Ayúdanos a entender que el gran secreto es: amar, dejarse amar y amarse uno mismo. Amén.
Dejemos ir amorosamente cualquier acción o palabra no acorde con nuestra verdadera naturaleza. Valoremos la autenticidad en nuestras relaciones personales. Seamos una expresión amorosa, amable y generosa de Cristo. Al practicar la autenticidad, seremos libres... <Conocerán la verdad y la verdad los hará libres. -Juan 8:32>. Feliz día.
Que el DIOS del amor, la bondad, la misericordia y la paz, de quien hoy más que nunca, necesitamos su ayuda, se apiade de nosotros, escuche nuestras plegarias para salir de esta pandemia, nos ampare, bendiga y favorezca, por siempre.