WILLEMSTAD - La Inspección de MEO cerró ayer un taller de pintura de automóviles. La maquinaria del lugar fue sellada para que no pueda usarse.
Esto ocurrió en un taller en Gosieweg. Los residentes locales ya se habían quejado por el ruido que produce el rociador de pintura.
En una inspección previa, los permisos no estaban en orden, por lo cual el taller no debía funcionar. Sin embargo, en los últimos días los vecinos volvieron a escuchar el compresor.
Solo cuando la multa haya sido pagada y los permisos estén en orden, se podrá reabrir este taller.
(Fuente: Dick Drayer)