WILLEMSTAD - La temporada de huracanes de 2023 en el Océano Atlántico, que finalizó ayer, fue una de las más activas en años recientes. Con un total de veinte tormentas tropicales o subtropicales, incluyendo siete huracanes y tres grandes huracanes, la actividad total estuvo un veinte por ciento por encima del promedio. Para las islas del Caribe neerlandés fue un año relativamente tranquilo.
Es destacable que, a pesar de la presencia de un fuerte El Niño, que normalmente reduce la actividad de los huracanes debido al aumento de la cizalladura del viento, la temporada fue inusualmente activa. El calor récord del agua del Atlántico, potenciado por el cambio climático, impulsó las tormentas y anuló los efectos desfavorables de El Niño.
Por eso, justo antes de la temporada de huracanes, el Centro Nacional de Huracanes predijo una temporada por debajo de lo normal, con trece tormentas, seis de ellas huracanes y tres intensos. Aunque este último dato fue correcto, en total no hubo trece, sino veinte tormentas.
En agosto, esta predicción fue modificada cuando se descubrió que la temperatura del mar en el Atlántico estaba excepcionalmente alta. Septiembre es tradicionalmente el mes más activo en la temporada de huracanes.
La primera tormenta del año se formó en enero, mucho antes del comienzo oficial de la temporada en junio.
El huracán Lee, que se formó el 5 de septiembre, se intensificó explosivamente hasta convertirse en un huracán de categoría 5, uno de los seis huracanes que se intensificaron tan rápidamente en tan poco tiempo.
El huracán Idalia, que tocó tierra en el Big Bend de Florida en agosto, llevó múltiples 'minivórtices' a tierra, causando daños significativos.
A pesar del gran número de tormentas mencionadas este año, Idalia fue el único huracán que tocó tierra en los Estados Unidos.
La temporada de 2023 ofrece una lección sobre cómo las altas temperaturas de la superficie del mar pueden afectar el clima tropical. Con el calor récord en el sur del Atlántico, donde suelen originarse los huracanes, las tormentas se desencadenaron temprano en la temporada.
2024
Mirando hacia la próxima temporada de huracanes, los registros climáticos sugieren que es poco probable que El Niño, que se espera alcance su punto máximo este invierno y disminuya en primavera, regrese. Esto aumenta la probabilidad de una temporada más activa en 2024, especialmente si se desarrollan condiciones de La Niña.
Con la continuación esperada de temperaturas inusualmente cálidas en el Atlántico y el Golfo de México, se espera que 2024 sea también una temporada de huracanes activa. Aunque es imposible hacer predicciones concretas en este momento, muchos indicadores apuntan a otro año en el que los habitantes de las costas e islas deben permanecer alerta.
