En un pequeño rincón de la ciudad, vivía un niño llamado Juan Manuel. Sus padres, como muchos otros, eran migrantes en busca de un futuro mejor, pero su vida estaba marcada por la constante sombra de la vulnerabilidad. En ese país escogido como destino, a diario deportaban a personas como ellos, y el miedo sehabía convertido en su compañero constante. Los relatos que escuchaba de sus padres y hermanos mayores eran aterradores. Los migrantes eran acosados en iglesias, supermercados y hasta en medio del tráfico. A menudo, eran detenidos y víctimas de un maltrato psicológico inhumano...
(Nota: El contenido presentado en este post es una producción independiente de Refugiados Unidos Radio. Las opiniones emitidas en este espacio no necesariamente reflejan la posición de NoticiasCurazao.com)
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