LA HAYA - Este 19 de septiembre de 2023, el Rey Willem Alexander inauguró el nuevo año parlamentario en el Teatro Real de La Haya pronunciando su tradicional Discurso del Trono.
Esta vez, el enfoque en el Caribe Neerlandés y los países autónomos dentro del Reino en el discurso, se puede considerar un paso importante en el reconocimiento de la historia compleja y los desafíos actuales en la relación de los Países Bajos con la parte caribeña del Reino. Parece ser una elección consciente no dedicar solo unos segundos a estas áreas, como en años anteriores, sino involucrarlas de manera exhaustiva en el contexto más amplio del Reino.
El rey pareció abordar directamente la compleja herencia de la esclavitud y vincularla con el concepto más amplio de un tejido social que merece protección.
Al hablar de "curación, reconciliación y restauración", no solo reconoció la historia dolorosa, sino que también abrió espacio para el diálogo sobre cómo el Reino en su conjunto puede sanar.
Un aspecto importante de esto es el énfasis en la disposición de escucharse mutuamente. Esto es fundamental para abordar heridas históricas y superar diferencias culturales y políticas, no solo en el pasado, sino también en la época actual, en la que la discriminación y la exclusión racista aún persisten.
El Discurso del Trono no solo habla en términos generales, sino que también anuncia medidas concretas, como fondos adicionales para combatir la pobreza en el Caribe Neerlandés y un enfoque en una economía sostenible y una buena gobernanza en los países autónomos. Aunque estos temas se mencionan con frecuencia, la atención detallada que se le dió en este discurso quizás otorga más peso a estas promesas.
El rey enfatiza el papel de todos en el mantenimiento de la democracia. Habla de la necesidad de una actitud de escucha y comprensión, que no solo es relevante para la parte europea del Reino, sino también para la parte caribeña.