Querida familia, cuando nos sintamos tristes o algo nos angustie, busquemos a DIOS, más no entre la gente, hurguemos en nuestros sentimientos y corazones, pues allí es donde EL reside.
Evitemos comportamientos que dañen o hagan sentir mal a los demás. Por el contrario, seamos amables, cordiales y agradables, pues de esta manera se nos abrirán todas las puertas que toquemos.
Oración:
Señor, quiero ser sincero y auténtico, en mi mente y en mi corazón, para tener la posibilidad real de tener un encuentro de amor contigo en esta oración. Tú sabes que trato de ser fiel a mi fe, pero ya sabes de mis debilidades, por eso confío en tu providencia y misericordia ya que te amo con todo mi corazón. Envía tu Espíritu Santo para que me ilumine y guíe en esta meditación. Amén.
Al orar, hagamos una pausa para visualizar cada parte de nuestro cuerpo. Bendigamos cada una de sus células y afirmemos salud. Sintamos que la energía de vida fluye en cada uno de nosotros y a través de nosotros mismos. Observemos las partes del cuerpo que sentimos saludables y afirmemos restauración en donde pudiéramos estar experimentando incomodidad. ¡Somos plenos, vibrantes y llenos de vitalidad! «Entonces, del polvo de la tierra Dios el Señor formó al hombre e infundió en su nariz aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser con vida. -Génesis. 2:7». Feliz día.
Dios nos ampare, bendiga y favorezca, ahora y siempre.
